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martes, 11 de mayo de 2010

LA TELARAÑA FINANCIERA EUROPEA NO SE ROMPERÁ

España se esfuerza en llevar a buen puerto el rescate de Grecia, y ofrece 9.792 millones de euritos, de los que 3.672 son para este mismo año. Parece que hemos tocado fondo, pero seguimos cavando. O, ¿Se trata de sentar un precedente y asegurarnos el mismo comportamiento cuando nos toque a nosotros?

Detrás de todo esto, más que el rescate de Grecia, se encuentra el rescate de toda la panda. Hay que evitar a toda costa que se rompa la telaraña financiera tejida en la Eurozona, por estados miembros prestándose ente ellos el dinero, al principio, a interés reducido porque sobraba, y, más tarde, a causa de las políticas fiscales emprendidas para evitar los efectos de la crisis, a un coste superior. Los datos que avalan esta tesis son elocuentes.


Las estadísticas del FMI presentan una Grecia, con una economía relativamente pequeña, a punto de suspender pagos. Su deuda alcanza los 236 mil millones de euros, 15 mil son deuda contraída con bancos de Gran Bretaña, 75 mil de Francia, 45 mil de Alemania, 9,7 mil de Portugal, 8,5 mil de Irlanda y 6,9 mil de Italia; entre todos se comen más del 68% de la deuda griega. Si se declarase la quiebra de Grecia, idénticamente a lo que ocurre en el concurso de acreedores, los principales perjudicados serían los bancos de cada uno de esos países, que cobrarían en el mejor de los casos una parte de los préstamos.

En Italia, de los 1,4 billones de euros de deuda soberana, más de 511 mil millones, le corresponden a Francia (el 20% de su PIB),190 mil millones son alemanes y 77 mil de los británicos. En menor grado también han pillado a España con 47 mil y a Irlanda con 46 mil. Entre todos se quedan con el marrón del 62% de la deuda pública italiana. Si la quebrada fuera Italia el arrastre sería más devastador que en el caso de Grecia.


En este escenario, cada vez resulta más difícil conocer hasta dónde llegan las implicaciones y los riesgos de los países implicados, que por lo visto somos todos. El escenario hispano-luso es sobrecogedor, Portugal debe 286 mil millones, principalmente a España, en concreto uno de cada tres euros, 86 mil millones; y luego a Alemania 47 mil, a Francia 45 mil y a Gran Bretaña 24 mil. Es decir, en Europa nos comemos el 70% de la deuda lusa.


Irlanda, con un saldo vivo a finales del año 2009 de 867 mil millones, tiene como acreedores a Francia con 60 mil, Gran Bretaña con 188 ml y Alemania con 184 mil. A mucha distancia Portugal, Italia y España. Pero entre todos se comen el 57% de la deuda irlandesa.


Y en España tenemos a 31 de diciembre una deuda 1,1 billones de euros repartidos entre Alemania 236 mil, Francia 220 mil, Gran Bretaña 114 mil y, con importes muy parecidos, Italia 30 mil e Irlanda 31 mil. En total el 57% de nuestra deuda.


A la vista del panorama de distribución de la deuda [tendremos que analizar en otro lugar las posibilidades de la compensación, con los diferentes tipos de interés de cada deuda, que se relaciona con el riego país] se llega a conclusiones interesantes: en primer lugar Grecia es una economía pequeña y su endeudamiento es el 21,4% del español o el 16% del italiano. Como es pequeña puede aplicar más fácilmente políticas de ajuste con resultados inmediatos en los niveles de deuda y, lo que es más importante, su rescate puede ser asumido por el resto de Europa, con reticencias, pero a un coste asumible.


Ahora se comprende que es imposible que no se acuda en ayuda de los países de la Eurozona; realmente no queda otra solución. Las economías europeas no han parado de invertir entre ellas y ahora se encuentran con niveles de participación en las deudas de sus vecinos que ponen el riesgo hasta a las más sólidas. Estas deudas cada día son de peor calidad, como se empeña en decir, en cada revisión de las calificaciones, Standard and Poor´s. Y, como las fichas de dominó, si se desplomase cualquiera de los países inmediatamente se llevaría por delante a los demás. Por eso España da mucho más miedo que Grecia. Naturalmente esto lleva a incrementar el coste de la deuda viva, y por ende la dificultad para mantener los niveles de endeudamiento actuales.


Fijar un escenario en condiciones económicas sostenibles se traduce en sufrimiento y en un coste político que pocos dirigentes están dispuestos a aceptar.


Imagino que a estas alturas ya estáis convencidos de las razones para crear el fondo de rescate de 750.000 millones de euros. Si esto se traduce en una subida de la bolsa en torno al 13% al poco del anuncio, creo que tendré que dar la razón a Ángel, casi todo ese dinero se lo va a comer la economía financiera, no la economía real. De hecho, los especuladores de la semana pasada ya se han sacado una suculenta tajada, mientras que el desempleo sigue campando por sus fueros. Creo que sólo se trata de un respiro, que conlleva un enorme peligro, ya que puede dar lugar a una relajación, incluso eufórica de los gobiernos, y por derivada a un aplazamiento de las medidas estructurales que parece que nadie quiere llevar a efecto.

Creo que podemos estar relativamente tranquilos, nadie estará dispuesto a permitir que un estado quiebre, se caería todo el sistema, pero si no espabilamos, las clases medias lo van a pagar muy caro.


Besos,

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