PENSAMIENTO DE SÍNTESIS.
Cuando esperamos la llegada de la solución Merkel-Draghi para Europa, propongo remirar más a fondo en el saco de la crisis. El paso del tiempo ha demostrado que la crisis 2007-2008 es un gen mutante. Nació en las finanzas especulativas. Luego mutó al consumo, la producción y el empleo y los secó. Ahora muta hacia el Estado-nación, la economía pública y las instituciones. Más tarde mutará al comercio internacional, las balanzas de pagos y las divisas. Luego regresará con más virulencia a las instituciones, especialmente a las políticas. Cuando regrese, no podremos continuar sin los cambios profundos que las personas necesitan. Europa tendrá una ventana de oportunidad porque sumará crisis económica e institucional. Los privilegiados del viejo modo de vida llevan demasiado tiempo resistiéndose a los cambios profundos. Pero no sólo los ciudadanos son insolidarios entre sí. También lo son los territorios y sus sociedades: Europa rica contra Europa pobre, Occidente contra Oriente, Norte contra Sur. Los actuales dirigentes son insensibles a las angustias del pueblo-ciudadano, a la necesidad de un nuevo modo de vida y de un nuevo contrato social que permita a todos los seres humanos vivir con dignidad. ¡Un error humano imperdonable!. Y a pesar de todo, la solución está en la POLÍTICA: más y mejor POLÍTICA.
MANTRA: UNA MONEDA GLOBAL, UN BANCO CENTRAL GLOBAL, UN GOBIERNO ECONÓMICO GLOBAL.
1. El Desconcierto ya ha llegado a las playas de los medios de comunicación del primer mundo. Muchos comentaristas y pensadores de buena voluntad verbalizan abiertamente sin ánimo de polemizar su desconcierto ante la situación económica, tanto europea como global. Algunos ya cuestionan el modelo. Otros se mantienen apegados sin fisuras al partido político o a la ideología en la que se han educado. Todos desean el regreso rápido al crecimiento económico esperando que de nuevo fluya el crédito que alivie la angustia actual. Esperan también que el crecimiento traiga de la mano el empleo, pero nadie sabe cómo recorrer ese camino. Esta canción de “que fluya el crédito para que llegue el crecimiento” está algo desafinada. Porque, ¿cómo vamos a endeudarnos con nuevos créditos si aún no hemos pagado las viejas deudas?. ¿Y si además resultara que más crecimiento no trajera más empleo, sino más especulación, más consumo irracional y el intento de regreso a un modo de vida que se acaba y se ha demostrado insostenible?.
2. El modo de vida que se acaba tiene características bien definidas en las economías avanzadas. Se acaba el consumir compulsiva e irracionalmente hasta agotar los recursos. Se acaba el contaminar indefinidamente hasta desnaturalizar la naturaleza. Se acaba el producir y vender más y más para tener cada año más beneficios que el anterior, en un afán absurdo de seguir la senda sin sentido de una función exponencial de beneficios que cada vez se concentra en menos manos. Se acaba el vender al exterior más de lo que se compra, y hacerlo con todos y siempre (balanzas de pagos eternamente positivas). Se acaba el utilizar la deuda y otros activos financieros como instrumento para especular cada día y casi cada minuto. Se acaba tener un empleo para todos, estable y de por vida. Se acaba el dedicar más recursos a la estética (apariencia de ser) que a la ética (ser). Se acaba el vivir generando más “cotilleo” (información inútil) que cultura (formación útil). Se acaba el seguir gastando más en destrucción (industria de la violencia) que en alimentación (industria de la paz). En definitiva, se acaba el competir siempre y en todo y cooperar casi nunca y en nada.
3. Este modo de vida es el fruto de los mercados irracionales nacidos en el útero del capitalismo liberal de los últimos tres siglos. Para poder mantener el modo de vida irracional, los mercados del siglo XXI han acabado por declarar la guerra a los viejos Estados-nación de los siglos XVII y XVIII bajo cuya tutela se desarrollaron, y ahora están en esa pelea. Cuando los mercados irracionales hayan acabado con los viejos Estados-nación, pasarán a combatir entre ellos: mercados de servicios básicos contra mercados de servicios inútiles, mercados de divisas contra mercados de mercancías, mercados de alimentos contra mercados de energía, mercados del territorio A contra mercados del territorio B, mercados de violencia y delincuencia contra mercados de paz y justicia, mercados financieros contra mercados de bienes y servicios, etc. Los humanos todavía no han podido percibir que hay mucha variedad de mercados, que todos los mercados no son iguales, que algunos tienen intereses antagónicos, y que el futuro estará dominado por la guerra de los mercados para hacerse con el control de los recursos materiales y financieros de la Tierra, como ya han hecho antes los Estados-nación causando mucha muerte, sufrimiento y destrucción. ¿Podemos evitarlo?.
4. Mientras el ser humano se expandía territorialmente, no necesitó ocuparse de expandir su mente. Aunque se hubiera ocupado no lo hubiera logrado, pues no estaba preparado para ello. Así sucedió durante cientos de miles de años. Pero el territorio es finito, así que la expansión territorial no podía durar eternamente. Hace 500 años el ser humano tomó conciencia de que había completado la expansión territorial, y de que la Tierra que habitaba era finita en el espacio y en los recursos. Es por esta limitación física que la naturaleza ha ido preparando lentamente al ser humano para expandir su mente. Porque mientras el espacio y los recursos naturales son finitos y limitan la expansión de la sociedad humana, el pensamiento y el conocimiento no están sometidos al principio económico de la escasez, y su expansión puede llevarse a cabo sin riesgo de agotar los recursos mentales. Y en mi opinión es justo esta crisis económica mutante que no entendemos y que será larga y áspera, la que nos ofrece la oportunidad de poner en marcha el ciclo de expansión de la mente y el conocimiento. ¿Estamos preparados como especie para ello?. Cabe la duda. La crisis nos está diciendo: humanos, sus recursos materiales son limitados y deben Uds. administrarlos y repartirlos con inteligencia, pero sus recursos mentales son inagotables y es por ahí por dónde deben Uds. expandir el conocimiento y la economía del futuro. Para ello deberán Uds. construir un nuevo relato socio-económico que solidarice la sociedad humana y la permita vivir globalmente con dignidad. Se aproxima el momento histórico de poner las bases de este nuevo relato.
5. Aproximémonos al relato. Parto de una premisa básica: el hombre es un ser social. Si esta premisa se niega, nada de lo que diré a continuación tiene sentido. Un ser social necesita relacionarse y organizarse con otros. Un ser social forma comunidad. El sólo hecho de organizar la comunidad tiene un coste. Para cubrir ese coste, la comunidad necesita ingresos. Cuando los ingresos entran en crisis, toda la comunidad entra en crisis. En ese “toda” se incluyen la autoridad y las instituciones que organizan la sociedad. Es lo que está pasando al inicio de este siglo XXI en las sociedades occidentales avanzadas. La crisis económica actual evoluciona hacia crisis institucional. La crisis institucional evolucionará hacia crisis de autoridad. En ese momento se darán las condiciones para el regreso al autoritarismo… o para la mejora de la democracia. La POLÍTICA deberá elegir. ¿Qué Política triunfará?. Algunos discursos actuales de descalificación de toda la Política contribuyen a preparar la llegada del autoritarismo.
6. La evolución de la comunidad humana es una evolución científico-tecnológica. Esta es otra premisa básica. El binomio ciencia-tecnología es el resultado del pensamiento humano. El pensamiento humano es inquieto e innovador, y como ya hemos dicho, los recursos mentales no se someten al principio de escasez. Tampoco se someten al principio de maximización del beneficio. La mayoría de los grandes innovadores e inventores no han sido acumuladores de capital. Les ha bastado vivir con dignidad. Son gente desprendida y ocupada en proporcionar avances que mejoren la vida de los demás. Lean la biografía de Nicola Tesla. El esfuerzo mental humano es continuo, pero los resultados científico-tecnológicos son discontinuos. Cuando se acumulan determinados éxitos científicos, el binomio ciencia-tecnología inicia un nuevo ciclo. Cuando se inicia un nuevo ciclo científico-tecnológico, la sociedad entra en crisis. Es lo que está pasando al inicio del siglo XXI en las sociedades avanzadas. La tecnología actual puede utilizarse para mejorar la democracia…o para regresar al autoritarismo. ¡Qué uso triunfará?. De nuevo encontramos que la POLITICA tiene que elegir.
7. Ingresos en crisis (crisis financiera) y binomio ciencia-tecnología iniciando un nuevo ciclo (crisis del modo de vida o crisis social). Cuando ambas crisis coinciden, anuncian la llegada de movimientos sociales convulsos. Esa coincidencia es la que se produce ahora en las sociedades avanzadas. Los movimientos sociales pueden ser conatos, rebeliones o revoluciones. No se pueden calificar hasta que no se producen. Los conatos preceden a las rebeliones. Las rebeliones preceden a las revoluciones. La revolución trae el cambio profundo del modo de vida. Los privilegiados del viejo modo de vida tratan de defender sus privilegios, pero las fuerzas de cambio que genera la confluencia de las dos crisis mencionadas resultan imparables. Opino que estamos en el tiempo de los conatos y las rebeliones.
8. Aprender del pasado es un camino correcto. Se trataría de desmentir el dicho español de que “el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra”. Mucho antes de los Estados-nación existieron los Estados-ciudad. Incluso convivieron ambos modos de organización social en la frontera entre la Edad Media y la Edad Moderna. La Liga Hanseática es quizá la organización de ciudades-Estado que más ha durado, pero con el tiempo las ciudades-Estado fueron fagocitadas por los imperios y por los Estados-nación generados en su entorno, y desaparecieron. Cumplieron su función en determinados momentos históricos, pero la expansión territorial del ser humano y las nuevas formas de organización social las acabaron poniendo en cuestión. Entonces el poder político y económico se reubicó. ¿Podemos aprender algo de esa experiencia histórica?. Porque ahora son los Estados-nación lo que están en crisis y llamados a desaparecer. ¿Cómo y en beneficio de quién?. Responder a esta cuestión es ocuparse del contenido del nuevo contrato social que necesitamos. Es ni más ni menos que hacer POLITICA, esa actividad que ahora se nos presenta tan desprestigiada pero que es inseparable de la existencia humana, como lo son la vida y la muerte.
Madrid, 6 septiembre 2012.