Resumen.
“Los mercados” son los que establecen la política económica global. Tienen más poder que los Gobiernos nacionales e imponen a estos las políticas de empobrecimiento de las clases medias para ajustar los déficits públicos que ellos engendraron con su comportamiento codicioso y deshonesto. Es lo que las Instituciones Internacionales vigentes les enseñaron a hacer en las décadas de 1980 y 1990 con los países de Latinoamérica y Asia. En esas batallas utilizaron los movimientos de capitales como arma y las divisas como munición. Ahora utilizando las mismas armas y munición, las vuelven contra los que les enseñaron a fabricarlas: los países del llamado “primer mundo”. Primero nos quebraron el sistema y ahora nos saquean los bolsillos. Hay soluciones alternativas, pero están en manos del G-20 y los políticos que lo componen. Ellos deberían de tomar decisiones de política económica como gobierno económico global para librarnos de la servidumbre de “los mercados” . Hasta el momento no lo han hecho, y eso es un mal presagio. Tampoco a los ciudadanos parece importarles que no lo hagan. Eso es peor todavía.
MANTRA:
UNA MONEDA GLOBAL. UN BANCO CENTRAL GLOBAL. UN GOBIERNO ECONÓMICO GLOBAL.
1. Las medidas que van a aprobar el Gobierno y el Parlamento español en las próximas semanas para reducir el déficit del Estado quitan el dinero a la economía real y a los ciudadanos de a pié, que ya tienen poco (pensionistas, funcionarios, cheques bebé, irretroactividad de la ley de dependencia). No lo hace sólo España. Todos los países de la Zona euro, con independencia de que gobierne la derecha o la izquierda, se disponen a quitar dinero de donde hay poco. ¿Quién impone estas recetas empobrecedoras de las clases medias europeas?.
2. Aparentemente los Gobiernos nacionales actúan así de acuerdo con lo decidido por ellos mismos y el plan de estabilidad presupuestaria aprobado en la Unión Europea. Pero en realidad la Unión Europea está actuando al dictado de “los mercados” (por supuesto los financieros). De nuevo nos topamos con “los mercados”. Ya hemos hecho en este blog un pequeño viaje a cómo funcionan “los mercados” en una sociedad “financiarizada” (ver artículo del blog de 12 de mayo). Pero ahora son los Gobiernos (no los bancos) los que están a la búsqueda de dinero, y para desgracia de los Gobiernos resulta que son “los mercados” los que tienen la mayor parte del dinero. Ya hemos explicado también dónde y quien tiene el dinero (ver artículo del blog de 7 de mayo). Si estamos hablando de poner dinero, son “los mercados” los que tienen la palabra. ¿Pero es que no hay soluciones técnicas y políticas distintas a las que imponen “los mercados”?.
3. Sí las hay. Una de ellas pasaría porque los Gobiernos recuperen el control de su banco central, hagan uso de la facultad de fabricar dinero legal, y estén dispuestos a asumir un cierto nivel de inflación controlada y de pérdida de valor de la moneda nacional. Esto pondría furiosos a “los mercados”, pues se encontrarían con un gobierno díscolo que en lugar de acudir a ellos para endeudarse, se atreve a fabricar dinero para sí mismo. “Los mercados” no tardarían en aliarse como “manada de lobos”, al modo como los calificó el ministro sueco de Finanzas, y destrozarían al gobierno díscolo y al país especulando contra su moneda. ¿Y por qué reaccionan así “los mercados”?
4. Algunos economistas “ortodoxos” quieren hacer creer a los países y sus ciudadanos que “los mercados” especulan contra ellos porque hacen malas políticas económicas: tienen inflación, balanza de pagos deficitaria, y moneda barata. Pero en realidad “los mercados” atacan a los países para dominarlos económicamente, para obligar a sus Gobiernos a dejar de fabricar dinero, para exigirles que se endeuden con ellos, y para exprimirles pagando los créditos que les dan para salir del hoyo. De paso que les dan créditos, compran aquellas industrias nacionales que puedan ser interesantes (lo llaman “inversión”), las explotan en su beneficio y mandan sobre la política económica nacional. Esto no es un invento de mente calenturienta. Esto es lo que ya hicieron “los mercados” en la década de 1980 con países de Latinoamérica y en la década de 1990 con países de Asia. Hay precedentes. Están documentados en el excelente libro de Naomy Klein “La doctrina del shock. El auge del capitalismo del desastre” y en el de Paul Krugman “El retorno de la economía de la depresión y la crisis actual”. Europa está ahora sometida a la doctrina del shock. ¿Pero no han ido demasiado lejos “los mercados” esta vez?. ¿Es lo mismo atacar a Indonesia o a Bolivia con sus respectivas monedas nacionales que atacar a la Unión Europea y al euro?.
5. No es lo mismo, pero hoy día “los mercados” tienen más fuerza que en las últimas décadas del silgo XX porque han aprendido a aprovechar la globalización. Hoy los capitales financieros son el único recurso económico del mundo con capacidad para moverse entre países con absoluta libertad y con máxima rapidez y pueden atacar a países o zonas económicas potentes que antes no se atreverían a atacar. Así que lo que les hubiera resultado difícil hacer en 1980 (poner contra las cuerdas a Europa), lo pueden hacer hoy con más facilidad. ¿Y no es eso preocupante?. ¿Por qué los Gobiernos de Europa no se ponen de acuerdo para acabar con este chantaje de “los mercados” en lugar de ceder a sus exigencias?.
6. En primer lugar porque Europa sóla no se basta para acabar con el chantaje. El monstruo de “los mercados” es ya global. Tiene experiencia, organización, tecnología y poder. No necesita a nadie ni nada. Sólo una acción global y concertada del G-20 podría someterle. En segundo lugar porque entre los Gobernantes de Europa (y no sólo de Europa), hay políticos que están al servicio de los “mercados”. Son sus “apoyos” políticos y respaldan sus intereses económicos desde los Gobiernos. En tercer lugar porque entre los países de la Unión Europea hay división sobre las mejores soluciones técnicas a los problemas económicos existentes. Alemania, por ejemplo, que es la viga maestra del euro, es históricamente defensora a ultranza de una divisa fuerte, y considera que un euro fuerte es la mejor opción para la guerra de divisas que está en camino, y de la que el episodio que acabamos de tener no es más que una batalla. ¿Es bueno este enfoque?.
7. A corto plazo puede serlo. Un euro fuerte obliga ahora a los ciudadanos europeos a tragarse la cicuta de los ajustes presupuestarios y reducción del déficit, pero inmuniza a su países contra los ataque futuros de “los mercados” en la guerra de las divisas. Pero esta es una visión corta. Parte del supuesto de que “los mercados” van a solucionar la crisis sistémica actual. Ese es un error de bulto. “Los mercados” van a agudizarla, porque necesitan los desequilibrios entre monedas y países para especular y ganar dinero. Esa es su tendencia natural. ¿Alguna esperanza de cambio?
8. No parece. ¨Los mercados” han demostrado reiteradamente que se guían por la codicia y la especulación oportunista. Esperan que a la salida de la crisis los Gobiernos y las divisas se peleen por el control de la economía global. Divisas dominantes y divisas dominadas. Divisas vencedoras y divisas vencidas. Esa será su oportunidad. Teóricamente los europeos con una divisa fuerte lo pasaremos menos mal, pero si la codicia de los mercados provoca el desastre general, todos lo pasaremos mal. No habrá fiesta para nadie. En todo caso para calmar a “los mercados”, de momento la Unión Europea ha decidido poner en la mesa 750.000 millones de euros para la financiación de los déficits públicos. ¿No es eso fabricar dinero y debilitar el euro?.
9. No exactamente. La decisión de la UE es sólo una amenaza fantasma para “los mercados”. Como casi todo en esta oscura sociedad donde se vive mucho de apariencia y poco de realidad, es mitad verdad y mitad mentira. Si fuera necesario la UE utilizaría ese dinero para comprar deuda de los Estados, y sólo con esta posibilidad “los mercados” ya se comportan de otra manera. Una parte del dinero ya se está utilizando con Grecia (probablemente de la parte que aporta el FMI). Pero si los Estados adoptan medidas fuertes como el caso de España y controlan el déficit por sí mismos, la UE no necesitará aportar sus 500.000 millones de moneda nueva, y la fortaleza del euro como divisa no se verá afectada. De este modo se rebaja el riesgo de un euro débil, porque una divisa débil te elimina como jugador principal en “los mercados” y en el comercio internacional. ¿Pero es que los Gobiernos también “juegan” en “los mercados”?.
10. Bueno, resulta que la moneda nacional de un país se convierte en divisa cuando cruza la frontera y actúa en el comercio internacional. Y las divisas son un activo financiero de los más importantes para “los mercados”. Así que diremos que no son los Gobiernos quienes juegan en “los mercados”, sino que más bien son “los mercados” los que juegan con las divisas, y usando la divisa juegan con los Gobiernos. “Los mercados” necesitan que haya distintas divisas para comerciar y especular, y admiten que algunas de ellas puedan ser dominantes, siempre que no se ponga en peligro sus negocios especulativos. Los mercados no quieren a los Gobiernos fabricando dinero para ajustar el déficit. Prefieren que lo hagan empobreciendo a sus ciudadanos. Ciudadanos pobres hoy son demandantes de financiación mañana. Y el negocio de “los mercados” es “invertir en financiación”. ¿No podemos entonces escapar de la garra de “los mercados” codiciosos?.
11. Sí que podemos. Hay alternativas, pero adoptarlas requiere de políticos valientes y de coordinación del G-20, que debería actuar como gobierno económico global. Por ejemplo una moneda global sería una estocada al corazón de “los mercados” y les pondría tan furiosos como el gobierno díscolo que se atreve a fabricar dinero. Otro ejemplo: una tasa única a las transacciones financieras en todos los países daría a todos los Gobiernos ingresos más que suficientes para atender las necesidades sociales y para ajustar los déficits actuales sin empobrecer a sus ciudadanos. Entonces...¿Cómo y por qué no se hace?. ¿Qué peligros corremos por no hacerlo?. La respuesta .... ¡mañana!.