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martes, 13 de julio de 2010

LAS CLASES SOCIALES REGRESAN AL PRIMER MUNDO... SI ES QUE ALGUNA VEZ SE FUERON.


A modo de resumen.
Marcos nos hace llegar el artículo de Vicenç Navarro para la revista Sistema tomado el viernes 9 de julio de la web del Profesor. El título del artículo (“Qué debería hacerse para salir de la crisis y qué no se hace”) me generó expectativas que no se vieron cumplidas. Pero el Profesor es un roquero de la economía, que ayuda a reflexionar sobre la economía y la política. Porque la economía no es neutra, como el poder establecido quiere que pensemos los ciudadanos. La economía está preñada de ideología, y hay economía de derechas y economía de izquierdas. El profesor Navarro piensa en economía de izquierdas y no se rinde: preocupación constante por las desigualdades económica y sociales y por la debilidad del poder político democrático en la sociedad en que vive. Mientras, otros economistas “guardianes del monetarismo” ejercen el poder económico real desde el ámbito público y privado aplicando la economía de derechas, y dan al Profesor la oportunidad de mostrar el poder de su pensamiento. Ahora estamos en la fase de crear pensamiento. Los movilizadores de la sociedad llegarán en su momento: cuando se den las condiciones objetivas y aparezcan los líderes necesarios.
MANTRA.
UNA MONEDA GLOBAL, UN BANCO CENTRAL GLOBAL, UN GOBIERNO ECONÓMICO GLOBAL.



1. Vicenç Navarro documenta los desastrosos efectos que tienen para los ciudadanos de a pie las políticas económicas neoliberales, que yo prefiero llamar "monetaristas" porque reducen la economía a política monetaria. Una amplia narración de esas desastrosas consecuencias está descrita de manera detallada, con cifras, países y nombres en el libro de Naomi Klein "La doctrina del shock: el auge del capitalismo de desastre". El título del libro lo dice todo y en esas estamos: el capitalismo de desastre se extiende ahora por Europa.

2. En las décadas de 1980 y 1990 la “doctrina del shock” se aplicó en los países periféricos del sistema en ejecución del consenso de Washington, que sentó las bases del monetarismo a partir del pensamiento económico de la escuela de Chicago. El objetivo ideológico del recetario era y es obligar a los países a seguir las directrices del FMI y conseguir así que pongan sus recursos naturales y financieros al servicio de los intereses del primer mundo. Pocos imaginaban entonces que en 2010 la “doctrina del shock” se iba a aplicar también a las sociedades de los países “ricos” del núcleo duro del sistema. ¿Quién podía atreverse a tanto?. ¿No sería excesivo el riesgo?.

3. Opino que desde septiembre de 2008 los ciudadanos de los países del primer mundo estamos también bajo la “doctrina del shock”. Se nos asustó amenazándonos, no a nosotros físicamente, sino a nuestros dineros. Por un momento pensamos que íbamos a la bancarrota y que nuestras cuentas corrientes, nuestros activos financieros y nuestros ahorros se evaporaban de un día para otro. Con ellos se evaporaba nuestro confortable “modo de vida”. Estábamos tan aterrorizados que ni siquiera hemos sido capaces de pensar. Con esa reacción timorata y asustadiza indicábamos a los gestores de la doctrina del shock que estábamos preparados para aplicarnos la vacuna monetarista del FMI. Eso es lo que acaban de hacer los Gobiernos de Europa con sus ciudadanos un año y medio después de entrar en shock. Ya estamos bajo el mismo régimen que los ciudadanos norteamericanos: despido fácil, sector público débil, lobbys empresariales potentes, diferencias de ingresos y de riqueza desorbitadas, control de la política por “las finanzas y los mercados”, pensiones dependientes del valor de los activos financieros, servicios públicos de subsistencia para la clase baja y servicios públicos de pago para la clase media. ¿Y los sindicatos europeos?. ¿Y los partidos de izquierda?.

4. Todo perdido. El famoso estado de bienestar europeo ya se está yendo por las alcantarillas. No tardaremos mucho en sufrir las consecuencias en carne propia. Los parados actuales son sólo la avanzadilla del empobrecimiento que viene. Aconsejo que aprendamos a vivir con lo básico. A la vista de los resultados del shock, y de cómo la UE ha pasado a aplicar en 2010 con mano de hierro y bajo la dirección económico-monetarista de Alemania las políticas clásicas del FMI después de sanear el sistema financiero con los recursos públicos que ahora se niegan a los servicios sociales que necesitamos, deberíamos preguntarnos si la crisis financiera de 2008 fue involuntaria, o si más bien fue provocada conscientemente para producir un shock en las sociedades occidentales (especialmente las europeas) y poder así aplicarles políticas económicas de derechas que de otra manera hubiera sido muy difícil imponer.

5. Sugiero que evaluemos cada vez más esta posibilidad. No creo que Greenspan y los demás gobernadores de la Reserva Federal (entre ellos el actual Secretario del Tesoro con Obama, Timothy Geithner), los directivos del FMI, los del Banco Mundial y los primeros ejecutivos de los grandes bancos americanos no supieran lo que estaban haciendo. Demasiada gente lista para considerarlos tontos. Más bien creo que programaron la aplicación de la doctrina del shock en los países del primer mundo, y en este intento se les fue la mano más allá de lo esperado, Incluso puede que previeran que alguien tendría que morir para hacer más creíble la historia, y le tocó morir a Lehman Brothers. No se aterroriza a la gente del primer mundo si no explota una bomba financiera de suficiente potencia, y Lehman tenía esa potencia. ¿Podemos hacer algo para librarnos de esta perniciosa doctrina que amenaza con hacernos saltar a todos por los aires?.

6. Ahora los países del primer mundo deberían aplicar otras políticas económicas distintas de la promovida por los monetaristas y su doctrina del shock. Lo dicen otros economistas de prestigio, incluso americanos (Krugman, Stiglitz etc.), pero estos economistas, que en Europa nos parecen de izquierdas por el simple hecho de no ser monetaristas, no tienen el poder económico ni influencia en el mismo. Además no hay dirigentes políticos europeos con talla suficiente capaces de impulsarlas. Todos están atrapados en el mismo paradigma económico monetarista, incluida nuestra España. Y aunque quisieran hacer algo diferente, no podrían, pues el sistema ya se ha globalizado lo suficiente como para hacer inútil cualquier política económica nacional distinta. Esto lo saben bien los monetaristas, que están aprovechando en su beneficio la globalización de las finanzas. Somos esclavos de la trampa de la globalización financiera y del monetarismo. Entonces ¿No hay salida?.

7. Si, pero para hallarla tenemos que aplicar el análisis marxista de la realidad, un método que enciende todas las alarmas en el orden económico constituido. Tenemos que hablar de nuevo de clases dominantes y clases dominadas y las condiciones de vida de estas últimas (en terminología marxista “las relaciones de producción”). Creo que aún falta tiempo para que la codicia y la ceguera de la clase dominante provoque las condiciones necesarias para producir la reacción de la clase dominada. Hasta la revolución industrial la dominante fue la clase aristocrática y la dominada la clase campesina. Desde entonces han cambiado los protagonistas, pero siguen teniendo validez los términos que acuño Marx en el siglo XIX: capital y trabajo. Clase capitalista y clase trabajadora. Ahora las cosas se han sofisticado un poco por ambas partes: la clase capitalista ha devenido en clase financiera, y ha atraído a su entorno a directivos y técnicos, sin cuya ayuda el capitalismo financiero no podría gestionar un sistema económico tan complejo como el actual. Por su parte la clase trabajadora también se ha sofisticado. Atrapada mayoritariamente en el consumo masivo, ha sustituido el mono, el panfleto y el bocadillo por la tarjeta de crédito, el móvil y la comida rápida. Esto lo sabe bien el capital financiero. El trabajador está tan alienado como en el siglo XIX, pero recluido en una jaula algo más confortable. De nuevo la Historia y las clases sociales a escena.

8. ¿Y la salida?. La salida vendrá de la mano de la política.... y de la educación, pero se tomará su tiempo. De la mano de la política no quiere decir de la mano de los partidos políticos. Porque la política es mucho más que los partidos. Para saber cómo se producirá esto, recomiendo la relectura de la entrevista al profesor José Luis Sampedro que figura en la cabecera de este blog. Hay en ella unas ásperas pinceladas sobre la política... sobre la educación... y sobre la Historia. Escuecen porque son alcohol en la herida de nuestra comodidad occidental. Necesitamos proyectar y desarrollar intelectualmente un nuevo pensamiento económico, un nuevo paradigma, un nuevo contrato social. Porque como dice el profesor Sampedro “estamos en un sistema descompuesto ya”. La aplicación del rostro más duro del monetarismo y de su doctrina del shock a los países ricos para los que no se inventó es la condición necesaria para que ese proceso de descomposición culmine. Prepárate para el colapso del sistema, que ya está en camino, y cuando llegue... súmate al cambio con tu esfuerzo para que sea profundo y real. Porque nada se consigue sin esfuerzo. Y no te confundas de clase social. ¡Ten claro a cuál perteneces y los intereses comunes que la identifican!. Lo tuyo no son los ingresos del millón de dólares ni las pensiones de 100.000 euros.

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