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miércoles, 28 de julio de 2010

POR QUÉ NECESITAMOS UN NUEVO PARADIGMA ECONÓMICO


Presentación:
Es bueno que la filosofía regrese a la economía, y una forma de hacerlo es a través de la generación de un nuevo paradigma. Probablemente el nacimiento de un nuevo paradigma no sea el resultado de una mente filosófica estructurada, sino de una realidad caótica. O tal vez de una confluencia de ambas cosas: mente teórica y caos social. En cualquier caso necesitamos pensadores-científicos que ordenen el caos y den coherencia teórica a una nueva organización económica de la sociedad. De momento no aparecen. La caducidad de la mayoría de los axiomas del capitalismo liberal nos adelanta que este paradigma económico está agotando su tiempo histórico de dominio. Pudiera estar equivocado, pero esa es mi tesis de trabajo. Te invito a descubrir por qué y a desenmascarar los axiomas del capitalismo que han dejado de ser verdades evidentes para transformarse en dogmas de creyentes.


MANTRA: UNA MONEDA GLOBAL, UN BANCO CENTRAL GLOBAL, UN GOBIERNO ECONÓMICO GLOBAL.


1. Paradigma en el diccionario de la Lengua Española tiene un sólo significado: ejemplo o ejemplar. Originalmente su significado está relacionado con la lingüística y la gramática. Algunos otros diccionarios identifican paradigma y modelo. El concepto “modelo” está en la raíz etimológica de la palabra paradigma (“deigma” en griego significa modelo). Pero además paradigma es una concepción utilizada por la filosofía. La filosofía ha dotado a este concepto de nuevos contenidos, y esto es lo que nos interesa para el caso de la economía, que es lo que nos ocupa. Precisamente en la entrada a este blog del pasado 25 de junio (EL G-20 EN CANADÁ: IR A LA RAIZ PARA PROMOVER EL CAMBIO), apuntamos la necesidad de que la filosofía regrese a la economía.

2. Una forma adecuada de regreso de la filosofía a la economía es a través del concepto de paradigma. El paradigma, enriquecido por el pensamiento científico-filosófico, encierra en su esencia los conceptos de evolución y movimiento. Un paradigma económico es una realidad en permanente movimiento, porque el grado de veracidad de los axiomas económicos en que se basa el paradigma varía continuamente, y porque la economía es un compendio de la vida del hombre en la tierra, y la vida está en movimiento permanente. ¿Qué tipo de movimiento?.

3. El movimiento de un paradigma no es en círculo sino en espiral. No es reiterativo, repitiéndose sobre sí mismo, sino incremental, describiendo una espiral cada vez más lejos del centro. De este modo el conocimiento avanza permanentemente utilizando los paradigmas como vehículos de tracción. Cuando el paradigma se vuelve obsoleto y no permite avanzar al conocimiento, el paradigma se hace inservible y hay que cambiarlo. Esto sucede en la Ciencia y en la Historia cada cierto tiempo. En economía, un paradigma se hace viejo cuando la mayoría de los axiomas en los que se apoya la teoría económica que soporta al paradigma dejan de ser verdaderos y devienen falsos. ¿Cómo sucede esto?.

4. El determinante de la duración de un paradigma social es la caducidad de sus axiomas. El axioma es la proposición más peligrosa, porque por su propia definición el axioma no necesita demostración, dada la claridad y evidencia con la que se muestra a nuestro razonamiento lógico. Pero lo que hoy se nos manifiesta claro y evidente, mañana puede dejar de serlo por haberse modificado las circunstancias objetivas de la realidad. Este tránsito de los verdadero a lo falso no es instantáneo, sino gradual. El axioma pasa del blanco al negro a través de una variada gama de grises. Es esta peculiar “gama de grises” de la vida de un axioma lo que facilita su transformación en dogma.

5. Cuando nace un paradigma, casi todos sus axiomas se nos muestran como verdaderos, pero con el paso del tiempo la situación se invierte, y en el ocaso del paradigma casi todos sus axiomas se nos muestran como falsos. A lo largo de este proceso de transformación de lo verdadero en falso, las fuerzas sociales que sustentan el paradigma promueven que el axioma admitido por el imaginario colectivo se enquiste en el paradigma y se petrifique como dogma de creyentes. Esto es lo que pasa con los paradigmas sociales, de los que el paradigma económico es una clase: que tienden a petrificar sus axiomas y ha convertirlos en dogmas a fin de asegurarse la supervivencia. ¿Con qué consecuencias?.

6. Cuando el 80% o más de los axiomas que fundamentan un paradigma social se transforman en dogmas, ha llegado el momento de cambiar de paradigma para que la sociedad pueda seguir evolucionando. El capitalismo ya ha convertido en dogmas más del 80% de los axiomas que dieron soporte al nacimiento de la teoría económica liberal. Racionalmente ha llegado el momento del cambio de paradigma económico, pues el paradigma del capitalismo liberal, ahora bajo forma de “monetarismo neoliberal”, ha dejado de ser útil para gestionar la economía de manera provechosa para la mayor parte de la población humana. Cada vez un mayor número de sus axiomas se demuestran falsos, pero, al seguir aplicándolos como dogmas, el paradigma genera políticas económicas erróneas que están causando graves daños a la ciudadanía y acumula tensiones en la sociedad. Es por ello que si la razón y la ciencia económica no promueven el cambio de paradigma económico, lo hará el malestar social generado por la aplicación de dogmas inservibles y perjudiciales para los intereses de la mayoría de ciudadanos.

7. Esta es la fase del capitalismo maduro en la que estamos. Los marxistas siguen pensando que el fin del capitalismo se producirá a causa de la explotación extrema que una clase dominante hará del resto de la sociedad, pero esto es sólo una cara de la moneda. La otra cara es el agotamiento del paradigma y sus axiomas. Cuando ambos factores – explotación de una clase dominante y axiomas inservibles – confluyen en el tiempo, el cambio se hace inevitable. No basta la confrontación de las clases sociales; es necesaria también la caducidad de los axiomas del paradigma. Los marxistas, en su estrategia política, no tuvieron en cuenta este segundo factor, y se equivocaron.

8. A lo largo de su desarrollo en los últimos 300 años, varios axiomas del capitalismo han sido refutados científicamente por estudiosos del paradigma capitalista. Así por ejemplo la llamada ley de Say, formulada en los términos de que “toda oferta crea su propia demanda”, axioma que funcionaba en los inicios del paradigma, se ha demostrado posteriormente falso, y hoy existe un consenso generalizado sobre su invalidez. Lo mismo hizo J. M. Keynes, que demostró la falsedad de los axiomas del paradigma capitalista sobre la inversión, el ahorro privado y el empleo a raíz de la crisis de 1929, axiomas que han tenido más fortuna que la ley de Say y que perviven como dogmas en el capitalismo neoliberal para desgracia de los keynesianos. Más tarde, en 1956, los economistas Kelvin Lancaster y Richard Lypsey demostraron la falsedad de los axiomas sobre las bondades del mercado capitalista y su “mano invisible” que podríamos resumir en la expresión “el mercado de competencia perfecta consigue la eficiencia económica perfecta”. Las consecuencias de la refutación de estos axiomas eran tan catastróficas para el paradigma capitalista, que los economistas guardianes del capitalismo liberal prefirieron silenciarla primero e ignorarla después. Pero la falsedad de esos axiomas está en el origen de la crisis económica que hoy padecemos, y de la que esos economistas guardianes del paradigma no nos sacarán, porque han dejado de ser científicos para convertirse en dogmáticos.

9. Hay igualmente otros axiomas falsos que siguen funcionando hoy como si fueran verdaderos, pero que en realidad son ya dogmas de creyentes. Identifiquemos algunos:

a. Cuanto menos regulación, más eficiencia económica.
b. Maximizando el interés y el beneficio individual se maximiza el interés y el beneficio colectivo.
c. El precio de mercado es el precio más competitivo y económico.
d. La competencia baja los precios.
e. Más competencia de mercado es más beneficio para el consumidor.
f. Más competitividad es más riqueza. Más riqueza es más bienestar.
g. Balanzas de pagos y presupuestos públicos con superavit es mejor para todos.
h. Cuanto más impuestos pagamos, mas ineficientes somos.
i. El mercado es de orden natural. El Estado, de orden artificial.
j. Cuanto menos Estado, mejor mercado.
k. El crecimiento económico trae la creación de empleo.

10. Invito a los lectores de este blog a participar en el proceso de descubrimiento de los axiomas del capitalismo que, al ser falsos, ya funcionan sólo como dogmas de creyentes, y a demostrarlo. Por mi parte me propongo demostrar en la próxima entrada la falsedad del último axioma de esa lista, el axioma en el que los gobernantes del primer mundo confían para sacar a los ciudadanos de la actual crisis económica: que cuando regrese el crecimiento a la economía, regresará la creación de empleo. Una esperanza inútil, porque ese axioma ha comenzando a devenir falso, y en los próximos años engrosará la lista de axiomas caducos del capitalismo liberal. No me atrevo a afirmar que la caducidad de este axioma será la puntilla del paradigma capitalista.... pero pudiera serlo, porque la caducidad del axioma que vincula crecimiento económico y empleo generará tensiones sociales irresistibles en un futuro relativamente próximo.

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